Un nuevo Día del Amigo se hace presente y quiero a cada uno de los que cuento como amigos, dejarles mi pensamiento y mi enorme cariño.
Mis más de seis décadas me han llevado a recorrer muchos caminos, o tal vez solo uno con diferentes accidentes.
Recto y sin obstáculos, la mirada se pierde en un horizonte donde siempre hay un sol que brilla, otras veces debemos manejar con prudencia, desacelerando el pensamiento y acompasando el corazón ante las curvas de la vida.
Debemos detener la marcha cuando arrecian las tormentas y el cielo oscuro no permite vislumbrar el horizonte que tenemos tan cerca.
Más de una vez nos sentamos a la orilla de ese largo camino que emprendimos un día y nos damos cuenta que tal vez solos, no podamos ni tengamos la fuerza suficiente para derribar tantos obstáculos.
Entrecerramos los ojos para no ver la realidad, para desechar la impotencia, para desterrar la soledad. Entonces sentimos esa presencia muchas veces invisible, pero que sabemos que siempre está, que nos acompaña como el fiel grumete cuando el barco parece que va a zozobrar.
Allí están esos rostros sonrientes, esas manos tendidas, ese hombro sobre el cual apoyar nuestra desesperanza o nuestra alegría.
Ellos son los AMIGOS, los hermanos del alma. Porque la sangre nos hace parientes, pero el afecto, el cariño y la lealtad, nos hacen familia.
Yo tengo pocos amigos, pero su fuerza y su corazón son tan grandes que parecen miles. Estoy orgullosa de quienes siempre están y han estado a mi lado, algunos han partido pero los siento siempre guiando mis pasos, acompañándome, conteníendome.
No importa la cercanía del amigo, lo que importa es que nada cambie con la distancia ni en el tiempo. Al amigo se lo siente cerca, porque sabemos que jamás nos abandona, que siempre está a nuestro lado en el momento preciso. Un amigo es aquel que llegó un día y nunca más se fue.
Es el que te conoce tanto que sin verte, adivina tu estado de ánimo. Es el que en un mal día te hace ver el sol, es el que sabe guardar tus secretos y perdonar tus yerros, es el que sabe hablar pero también sabe callar.
En mi receta del Amor, entre los varios ingredientes que para mí debe tener, se encuentra la amistad, porque es un maravilloso sentimiento, que nos hace reír y llorar, pero que nos permite estar siempre juntos.
Amigos queridos, los recuerdo todos los días pero en este día especial deseo hacerles llegar mi cariño y agradecerles la amistad.
Me despediré con una frase que he leído y que realmente transmite mi sentir.
Los abrazo con el alma, porque con ella se llega a la profundidad del ser y hasta donde los brazos no alcanzan.
Gracias por estar, gracias por ser AMIGOS.
Recto y sin obstáculos, la mirada se pierde en un horizonte donde siempre hay un sol que brilla, otras veces debemos manejar con prudencia, desacelerando el pensamiento y acompasando el corazón ante las curvas de la vida.
Debemos detener la marcha cuando arrecian las tormentas y el cielo oscuro no permite vislumbrar el horizonte que tenemos tan cerca.
Más de una vez nos sentamos a la orilla de ese largo camino que emprendimos un día y nos damos cuenta que tal vez solos, no podamos ni tengamos la fuerza suficiente para derribar tantos obstáculos.
Entrecerramos los ojos para no ver la realidad, para desechar la impotencia, para desterrar la soledad. Entonces sentimos esa presencia muchas veces invisible, pero que sabemos que siempre está, que nos acompaña como el fiel grumete cuando el barco parece que va a zozobrar.
Allí están esos rostros sonrientes, esas manos tendidas, ese hombro sobre el cual apoyar nuestra desesperanza o nuestra alegría.
Ellos son los AMIGOS, los hermanos del alma. Porque la sangre nos hace parientes, pero el afecto, el cariño y la lealtad, nos hacen familia.
Yo tengo pocos amigos, pero su fuerza y su corazón son tan grandes que parecen miles. Estoy orgullosa de quienes siempre están y han estado a mi lado, algunos han partido pero los siento siempre guiando mis pasos, acompañándome, conteníendome.
No importa la cercanía del amigo, lo que importa es que nada cambie con la distancia ni en el tiempo. Al amigo se lo siente cerca, porque sabemos que jamás nos abandona, que siempre está a nuestro lado en el momento preciso. Un amigo es aquel que llegó un día y nunca más se fue.
Es el que te conoce tanto que sin verte, adivina tu estado de ánimo. Es el que en un mal día te hace ver el sol, es el que sabe guardar tus secretos y perdonar tus yerros, es el que sabe hablar pero también sabe callar.
En mi receta del Amor, entre los varios ingredientes que para mí debe tener, se encuentra la amistad, porque es un maravilloso sentimiento, que nos hace reír y llorar, pero que nos permite estar siempre juntos.
Amigos queridos, los recuerdo todos los días pero en este día especial deseo hacerles llegar mi cariño y agradecerles la amistad.
Me despediré con una frase que he leído y que realmente transmite mi sentir.
Los abrazo con el alma, porque con ella se llega a la profundidad del ser y hasta donde los brazos no alcanzan.
Gracias por estar, gracias por ser AMIGOS.
Julio, 2016.-
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